15 de enero de 2011

Cacharro de corazón

El corazón es un músculo, en mayor o menor medida, fuerte. Pero, en cualquier caso, existe una proporción matemática entre el aguante y el dolor. Cuanto más acostumbrada esté una persona a recibir golpes duros, más aguante tendrá su corazón. Sin embargo, cuantos menos golpes haya recibido, antes caerá.
Hace un poco más de un día estaba tumbada en el suelo, boca arriba, con el peso del amor sobre mí y las lágrimas brotando no se sabe si de felicidad o de alegría, pero tenían un regusto amargo. El regusto del desengaño, de los estragos del alcohol, de la injusticia de no poder recordarlo todo tal como quisieras. Pero no podía moverme. Mis piernas no me hacían caso porque habían caído rendidas al hechizo del corazón y a lo testarudo de mi cabeza. Y, por otra parte, tampoco quería moverme. Habría pasado días enteros, años, en esa perfecta imagen tan frágil y tan dulce a la vez. Esa imagen que, a pesar de que sé que me hace daño, a la vez me da fuerzas para seguir adelante.
Mi corazón está forjado con injusticias, lágrimas y desengaños; pero por dentro está repleto de alegría. Alegría que sale lentamente, que se cocina a fuego lento con la esperanza de no quemarse.
El problema es que no todo puede retenerse demasiado tiempo, y el día que explote seré incapaz de recomponerme. Hasta entonces, buscar excusas para sonreír es lo único que me queda.

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. It´s kindda pretty and sad, it´s like the last part of a cup of coffe, dunno if you understand me ;) I like it!! Hope you continue writing ;)
    But, if anytime you need to smile, tell me, I´ll try to tell you a joke, tough I´m a bad joker =P

    Love yah!

    ResponderEliminar