25 de abril de 2011

P.

Una mañana te levantas pensando en lo perfecto que tiene que ser el día que te espera, porque alguien cumple años, y eso no pasa todos los días. Pero todas las circunstancias se rebelan contra ti y te impiden llevar a cabo tus planes.
Sin embargo, una semana y un día más tarde, te agazapas detrás de su puerta y le dejas todo el cariño que tienes escondido en forma de una flor. Sales corriendo, y unos instantes antes de meterte en tu refugio te descubre. Pero el plan no era ese, el plan es salir corriendo y dejar todo lo bonito atrás.
Pero es imposible, unos metros más adelante hasta el último pelo de mi cuerpo me suplica que de la vuelta para darte un abrazo de esos grandes de los que cortan la respiración.
Y esos instantes son los más bonitos del día :)
Te quiero.

19 de abril de 2011

Wolfa :)

Una pequeña cosa, muy pequeña muy pequeña. Pero con las sonrisas más grandes del mundo. Una pequeña cosa que sabe escuchar, que cuenta, que sufre, que padece y que enloquece conmigo.
Unos huevos fritos con patatas viendo lo primero que se nos ocurra. Unas fotos rápidas y muchas mañanas de verano unos pasos más arriba. Las caras mañaneras de sueño y las novedades del fin de semana (las hay malas y las hay buenas, cómo no).
Un LOBAAAAAAAA cada vez que descuelgas el teléfono.
Por eso y por mucho más, por lo asquerosa que eres, por las canciones que nos inventamos, por que sí, leches, que me caes hasta bien y todo :)
Y porque sé que eres esa especie de bicho lapa que nunca desaparece.
Te quiereluh prémah !

10 de abril de 2011

L.

Croquetas. Quién diría que algo tan sumamente sencillo puede ser tan poco educativo.
Pero la felicidad, al fin y al cabo, ha sido chispeante y explosiva, como garrafas al abrirse (:

Inocente ignorancia.


Supongo que siempre queda la opción de darle la espalda a todos los problemas cuando vienen en avalancha. Hacerse una pelota para que te pasen por encima sin apenas fijarse en ti, y apretarte con fuerza contra las rodillas, no vaya a ser que se escape algo de lo bueno que llevas dentro.
Después, muy despacito, puedes ir asomando la cabeza. Entonces, a lo lejos, puedes ver dos cosas: tu perdición o tu única alternativa. Si aparecen todos aquellos que te hacen mirar en tu interior solo para ver lo estúpida y desgraciada que eres, puedes volver a agachar la cabeza. Si, por el contrario, aparecen esos pocos que saben realmente apreciar la diferencia y se empeñan en hacerte creer que eres muy afortunada y que puedes llegar a ser muy feliz; entonces levántate poco a poco, muy despacito, y empieza a andar impregnando el suelo de seguridad y orgullo.
Si sólo puedes transmitir debilidades e indecisiones, es mejor que ni te molestes en huir de los problemas. Cuanto antes te lleven por delante, mejor. A los inocentes no les merece la pena tanto esfuerzo.

A fuego lento

Poco a poco, me fui ahogando con mis ganas de comerme el mundo. No se pueden masticar tantas emociones juntas sin que algo acabe saliendo mal. Pero tampoco se puede repetir, la vida es muy egoísta en ese sentido. No te deja aferrarte a aquello que más te conviene, todo sería muy aburrido así.
Sin embargo, las mezclas de emociones dispares tampoco son buenas. No puedes olvidarte de la tristeza empachándote de alegría. Al igual que no puedes llevar encima un poco de egoísmo para escaparte de los problemas.
Quizás sea por eso por lo que un día te levantas mascullando palabras sin sentido, entrelazadas unas con otras formando avalanchas incomprensibles. Acto seguido, caes al suelo con la mirada fija en algún punto del infinito. La desgracia es que no vuelves a despertar del profundo sueño en el que has quedado sumergida. Entonces, un supuesto entendido del tema se acerca muy despacio a ti, pero sin aproximarse mucho. Te contempla unos instantes allí tumbada e inmóvil y, con una voz fría y oscura, dice sin ningún ápice de sentimiento:
"Causa de la muerte: sobredosis de emoción."

9 de abril de 2011

Get drunk, have fun.

Get drunk, have fun, and everyone stares at you !

Las rectas te las robaron las serpientes.
Tu mundo se ha cubierto de una espesa niebla.
Los pies y los párpados te pesan, y por más que lo intentes no consigues situarte en tu propia dimensión.
De pronto, una mano ajena aparece por detrás de ti. Te lleva, te hace caminar, te obliga a responder.
Todo es un juego, ¿vale? Venga, si no te duermes ganas. ¡Tú puedes!

Y, medio asfixiándote con tus propias ganas de comerte el mundo, mascullas palabras sin sentido.
Mientras tanto, todos los que tanto te quieren, todos los que tanto han hecho por ti, todos los que se mueren si te pasa algo porque eres lo mejor de sus vidas... todos ellos contemplan la escena como si fuera una película, acomodados en su ignorancia y su preocupación puramente fingida. No digo que todos sean iguales, pero me niego a creer que todos ellos harían exactamente lo mismo.
Tampoco pido una recompensa a cambio. Simplemente pido que, al menos mientras yo me esté ocupando de cosas que no me conciernen, os guardéis vuestras falsedades y vuestros amores.
Y así, después de todo, tus gritos se fundieron con los pitidos de la sirena. Y puede que nunca te acuerdes de mi nombre, pero me conformo con que tengas la posibilidad de intentar hacerlo.

8 de abril de 2011

Sístole ventricular.



Y lo mejor de todo es que nunca encuentras las puertas cerradas, y cuando estás triste y quieres un trocito de felicidad, con que te cueles un ratito dentro de alguien que te quiera te sirve.

5 de abril de 2011

Peur.

Cuando vas paseando por la calle, tranquilamente, y casi todas las caras te resultan familiares o les dedicas una sonrisa, probablemente le estés dando envidia a muchos de los que te conocen. Todo el mundo te sonríe y te dice: "Jo, es que eres una relaciones públicas, ¡así cualquiera! ¡Qué suerte!"
A todos ellos, a todos ellos les cambiaría millones de "amigos" con tal de no perder aquello que más quiero.
La palabra amigos es una palabra que, para que no pierda su verdadera esencia, tiene que crecer muy lentamente y grabarse a fuego en el corazón y en la cabeza. Amigos son aquellos a los que, por más que intentes mentirles, deducen la verdad en tu mirada. Aquellos a los que no hace falta que les pidas ayuda porque antes de que la necesites ya te la han ofrecido, los que están siempre, los que nunca te dejan de lado, los que buscan cualquier excusa barata para sacarte la mejor sonrisa. Amigos son pocos, muy pocos. Y, precisamente por eso, no debería ser muy complicado conservarlos.
Pues bien, parece que se me ha invertido el mecanismo de conservación. Parece que se me escapan de las manos las mejores oportunidades con las mejores personas que he conocido en toda mi vida. Pero no estoy dispuesta a permitirlo, no es tan sencillo echarlo todo por la borda y merece la pena luchar.
Quiero contarle a mis nietos historias locas con mis amigas y amigos de toda la vida, que se las cuenten ellos mismos porque nunca van a separarse realmente de mi. Porque los tengo grabados a fuego lento, muy lento.
Tan lento, que espero poder alcanzarlos si alguna vez deciden irse.

4 de abril de 2011

¡Adelante como cangrejos!


Con personas tan amables, responsables y sinceras como éstas alimentamos nuestro futuro. ¿No es genial? Al menos ya sabemos que nos pasaremos el resto de nuestras vidas bailando "danza kuduro" como si España fuera una continua fiesta.
Nunca me ha gustado la política, y por más que me esfuerce, aunque consiga entenderla, este país y la mayoría de ellos se me escapan de mi escaso pero fundamentado entendimiento. Es muy reconfortante saber que nuestro futuro está en manos de marionetas con voces potentes que farfullan y discuten entre ellas continuamente hasta que se les seca la boca, teniendo en cuenta que el primero al que se le seque queda tachado de cobarde.
Lo único que pido es, al menos, un poco más de seriedad y menos salsa rosa y promesas vacías. Aunque, en realidad, da igual. Tratándose de política nunca somos lo suficientemente mayores como para entender de qué va esto.
Los artistas mienten para decir la verdad,
los políticos mienten para esconderla.

3 de abril de 2011

PAC.

Desde hace cinco años, has sido mi confidente, mi máquina expendedora de sonrisas, la que recibe mis abrazos, la que los da, la que encuentra la frase adecuada para todo. Probablemente, me conoces incluso mejor que yo a mí misma. Y, sin embargo, últimamente, en contra de mi voluntad y puede que simplemente porque sí, porque esas cosas pasan, te me estás escapando de las manos, pero no del corazón.

Bueno, supongo que, simplemente, a veces te echo de menos.