26 de febrero de 2011

SMA-MVL :)

Es curioso cuando la gente se conoce y se empieza a entender, como una especie de juego en el que nadie pierde y todos ganan algo. Y yo, afortunadamente, aunque pueda resultar extraño, precipitado, loco, exagerado, disimulado, falsificado... yo he ganado algo pequeño pero de mucho valor.
He ganado un abrazo diario, muchas sonrisas, alegrías, consuelos, he ganado sueño acumulado de los fines de semana, mordiscos, pellizcos, cosquillas, he ganado insultos, piropos y risas. Incluso he perdido, monedas de un céntimo, mi gran tesoro ;)
Pero bueno, cuando una noche notas que te empiezas a quedar dormida pero a la vez te sientes un poco sola, cuando en ese momento piensas en un abrazo en concreto, por algo será.
Lo que quiero decir es que, si he ganado felicidad, estoy dispuesta a repartirla.
Gracias, de nadas, te quieros, te odios y buenas noches :)

25 de febrero de 2011

*

Hay momentos en los que descubres que pequeños gestos pueden arrancarte una sonrisa de las entrañas.
Pequeñas cosas como que te hagan cosquillas, que te den un abrazo, salir corriendo y gritando por el medio de una calle sólo porque te apetece reírte, encontrate una moneda de un céntimo que alguien tiró desinteresadamente, que te escuchen cuando cuentas historias interminables, que te cuenten historias, que se rían contigo, incluso que se rían de ti.
En el fondo, la vida es más sencilla de lo que parece.
Hoy he descubierto que podría vivir a base de abrazos espontáneos, sonrisas regaladas y monedas de un céntimo.

20 de febrero de 2011

Latido indeterminado.

Por más que lo intente, dudo que sea capaz de entender y dominar mi corazón. Es un ser independiente, una bestia que me mata y a la vez me hace vivir.
Y así, misteriosamente, siguiendo todas las complejidades de este extraño músculo, una tarde como la de hoy bañada por esa especial luz azul, he decidido plantearme la idea de intentar quererte.
Otra cosa es que tú lo descubras.
Y otra mucho más diferente, que lo entiendas.

Bichos.

Esta ha sido una historia muy larga y con muchos baches pero, al fin y al cabo, me reconforta saber que siempre, pase lo que pase, van a estar ahí. Y cuando mi cara esté llena de arrugas, un par de ellas ya están reservadas para ellos. Porque me hacen reír, y porque me dejan ser feliz.

17 de febrero de 2011

Latido resignado.

"Todas las personas mayores fueron al principio niños (aunque pocas de ellas lo recuerdan)"


Es curioso descubrir lo absurdos y contradictorios que pueden llegar a ser los sentimientos de uno mismo. Durante un tiempo no deseas más que una cosa y, justo cuando la tienes, no sabes realmente qué hacer con ella y la desperdicias, como si la vida fuera de usar y tirar.
Cuando estás acostumbrada a vivir en un ambiente rebosante de cólera, lágrimas y tensión, acabas por acostumbrarte a vivir así. Paseas por las calles viendo a niños con sus padres agarrados de la mano, sonriéndoles inocentemente y con los ojos rebosantes de alegría, y recuerdas cuando hace mucho tiempo tú también fuiste así. Recorrías avenidas enteras de la mano de tus padres, les despertabas todas las mañanas con una sonrisa picarona y unos ojos traviesos, les contabas mil historias, tus aventuras... Cuando les decías que querías ser mosquetera y el salón se convertía en un patio de armas donde las pobre plantas se llevaban la peor parte, cuando la casa se te quedaba demasiado grande para ti sola...
Entonces descubres que hay algo en ti que falta, una pieza indispensable. Aunque parezca imposible, necesitas el amor de tus padres constantemente.
Pero, misteriosamente, una vez que lo tienes, cuando ya puedes volver a sonreír despreocupadamente y no sientes la imperiosa necesidad de huir... una vez que estás entre las sábanas, por la noche, no sabes bien si esa alegría no es más que un acuerdo, una mentira disimulada, o sale realmente del corazón.
Os odio, sábanas, no hacéis más que darme en qué pensar.

14 de febrero de 2011

14, SV















Sin valor.
Simple vida.
Suavemente versátil.
Sonoros versos.
Sonrisas veraniegas.
Susurros volátiles.

El amor, como todo lo bonito de esta vida, es un arte. Es el arte de saber vivir con los demás, de saber quererlos y dejarse querer. Es una bonita forma de envejecer y una triste forma de llorar. Pero, aun así, el amor es lo más necesario de nuestras vidas.
Y, así, misteriosamente, el derecho de amar queda reservado para un día como hoy, mientras que el resto de los días solo puedes querer o sentir.

El romance del gambón becerro

Cuando un macho y una hembra
en feroz ayuntamiento
se apresuran a frotarse
y a sufrir los escarmientos
es preciso conocer
la historia de los comienzos
de langostos y de almejas,
de las ostras y pimientos.

Los gambones son adictos
de las cuevas submarinas;
las langostas, por su parte,
buscan aguas cristalinas.
Y las cuevas, rebosando,
se estremecen por doquier
y con un becerro dando
nos susurran falafel.

Los gambones son rosáceos
y peludos a su vez.
Tienen dos antenas grandes
¡ay, qué raros son, pardiez!
Mas las cuevas submarinas
mucho más sencillas son:
tienen hongos y ladillas
y nos dan calefacción.

Si estos versos remilgados
de tu gusto pueden ser
no lo dudes ni un instante
y a un peludo acude a ver.
Cántale cosas bonitas
hazte camas en su piel
haz de pelo unas bolitas
y le dices falafel.

Si una vez, gamba en la cueva,
lo que notas es placer
cuenta esto como prueba
de lo que aún queda por hacer.
Dale coba a la langosta,
dale mucho de comer,
no la dejes esmirriada
que asquerosa no ha de ser.

Tente esto aprendido
como forma de vivir
que un lasgostino sufrido
no es muy digno de decir.
Úntalos dentro de un higo,
chúpalos hasta morir
y con goce desmedido
nunca pienses en sufrir.

13 de febrero de 2011

Parón estacional.

Cuando las paredes de tu casa echan chispas y todo se convierte en un infierno, es mejor hacer un parón emocional. Un parón que te permita reflexionar, entender, aprender y conocer lo necesario que es sonreír las veinticuatro horas del día.
Una vez que hayas conseguido aprender todo eso, vuelve a latir, corazón. Y aquí estamos de nuevo.