WOrld or MADness.

Una vez al año, durante un fin de semana, todos y cada uno de nosotros sacamos nuestro pequeño corazón hippie a pasear. Son tres días de bailar hasta que no sientes los pies, tres días de ese aroma especial, tres días de hablar con cualquiera que se te acerque con una sonrisa en los labios. Son tres días de libertad, de sensación de furor, de ganas de gritar y saltar y bailar.

Una vez al año toda una ciudad se pinta de colores y brinca a la vez al compás de unos tambores, dejándose llevar por el atonte del vino.

Tres días de sonrisas, sorpresas, reencuentros, mordiscos, abrazos, risas flojas y, por supuesto, mucha felicidad. Es un buen comienzo para un buen propósito (;