17 de febrero de 2011

Latido resignado.

"Todas las personas mayores fueron al principio niños (aunque pocas de ellas lo recuerdan)"


Es curioso descubrir lo absurdos y contradictorios que pueden llegar a ser los sentimientos de uno mismo. Durante un tiempo no deseas más que una cosa y, justo cuando la tienes, no sabes realmente qué hacer con ella y la desperdicias, como si la vida fuera de usar y tirar.
Cuando estás acostumbrada a vivir en un ambiente rebosante de cólera, lágrimas y tensión, acabas por acostumbrarte a vivir así. Paseas por las calles viendo a niños con sus padres agarrados de la mano, sonriéndoles inocentemente y con los ojos rebosantes de alegría, y recuerdas cuando hace mucho tiempo tú también fuiste así. Recorrías avenidas enteras de la mano de tus padres, les despertabas todas las mañanas con una sonrisa picarona y unos ojos traviesos, les contabas mil historias, tus aventuras... Cuando les decías que querías ser mosquetera y el salón se convertía en un patio de armas donde las pobre plantas se llevaban la peor parte, cuando la casa se te quedaba demasiado grande para ti sola...
Entonces descubres que hay algo en ti que falta, una pieza indispensable. Aunque parezca imposible, necesitas el amor de tus padres constantemente.
Pero, misteriosamente, una vez que lo tienes, cuando ya puedes volver a sonreír despreocupadamente y no sientes la imperiosa necesidad de huir... una vez que estás entre las sábanas, por la noche, no sabes bien si esa alegría no es más que un acuerdo, una mentira disimulada, o sale realmente del corazón.
Os odio, sábanas, no hacéis más que darme en qué pensar.

1 comentario:

  1. Just too precious!! I just love it, why do you like making me cry¿? Haha

    Love you <3

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