Una tarde que recuperaba todas las tardes guardadas en la memoria y que, posiblemente, iniciaba la maratón de la siguiente.
Pero, al fin y al cabo, para los franceses, una tarde es una tarde.
Y yo, qué le voy a hacer, si apenas puedo remediarlo. C'est la vie.
Las cucarachas, las canciones, las botellas y las carcajadas habrá que desempolvarlas otro día.
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